Una foto enmarcada
deteriorada por el tiempo
envejecida tras eternos domingos de sofá y manta
Viendo como se consume su alrededor
desde un polvoriento estante.
Olvidada.
Todavía se aprecia la imagen,
que, aunque resquebrajada,
sigue emocionando.
Recuerdos que pasan desapercibidos,
una tristeza desesperada que invade
y el anhelo de aquellos tiempos,
hace brotar una lágrima.
Incontrolada cae por la mejilla,
se va deteniendo en los surcos de una piel anciana.
Las marcas de las madrugadas anochecidas,
las risas contagiosas,
el llanto amargo de la incomprensión,
la pasión apaciguada por los besos,
el tacto aspero de la manos en la piel de terciopelo
y el calor acogedor de un abrazo.
Sonríe
Dedicatoria (extra)
Amanece,
Te miro y siento que estoy en casa,
Sentir tu calor me tranquiliza
Sonríes,
Y el mundo explota de la locura,
Inundas el ambiente con tu alegría
Gritas,
Frunciendo el ceño abres las cuevas más sombrías,
Entre la penumbra un monstruo me persigue
Anochece,
Y mi mundo muere con el último respiro consciente,
Las noches vuelven a ser bonitas ahora
Despierto,
No desearía estar en otro sitio,
Nuestro mundo es perfecto con todo su desorden
Amo,
Todo lo que eres,
No existe otra calma que la de saber quien eres.
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