jueves, 4 de junio de 2015

La historia de Jade


Alarmantemente las personas de a pie tenemos un desconocimiento absoluto del trato con el se gestionan los temas relacionados con los animales. Que pasa con ellos? A donde van? 

Hoy con la mayor de las tristezas y señalándome con el dedo como la principal culpable, comunico la pérdida de este pobre animal



Polluelo, tan frágil, tan indefenso... Y tratado con indiferencia, como un trasto viejo que molesta. Lo perdí, lo perdí y me siento culpable.

LUNES 1 JUNIO 2015
Visitando el zoo, no puedo decir disfrutando de un día agradable porque fue todo lo contrario, dejadez, animales enfermos y en un estado deprorable, bueno lo que viene siendo un zoo. 
He de comentar en un inciso, que me sorprendió más la actitud de algunos niños, con los que pude compartir algunos momentos bochornosos, que el mismo deterioro animal generalizado. La actitud de la prole, niños de 7 años gritandole 'gay' y 'maricon' al pavo real por sus majestuosidad a la hora de abrir las plumas para el cortejo. Despues otro niño de aproximadamente 8 años golpeando fuertemente el cristal de la minúscula jaula de los primates ante la mirada de aprobación de sus progenitores, abuela incluida, mientras el pobre animal, sufriendo su consecuente estrés, se refugiaba en la esquina apretándose fuertemente contra el cristal. Por último tenemos a ese bebé golpeando los cristales y gritando, mientras su madre le graba con el movil para dejar patente el maltrato indirecto e involuntario de esa pequeña criatura. Este es su futuro? Ésta descendencia es la que ha de amar y ha de proteger a los animales en el futuro? De ellos depende su cuidado y su protección? Ellos lucharan por su libertad? Mi corazón se estremece en imaginarlo y una pena me invade el alma. 
Siguiendo con la historia, durante mi visita, donde mi hijo no paraba de repetirme lo que le gustaría ver a los animales en estancias más adecuadas, nos paramos en la cola del espectáculo de delfines. En varias publicaciones hacen referencia al maltrato con el que se trata a los delfines para enseñarles a realizar esos graciosos trucos y aunque yo no aprecié severidad ni muestras de maltrato en esos cuidadores, entiendo que la vida de esos cetáceos haciendo piruetas 3 sesiones al día durante todos los días del año, no es la vida con la que soñaban. Se lo que estareis pensando, si tanto lo critico porque fui? Mi hijo necesitaba verlo, punto. Sigo, estábamos en la cola y mi hijo se fue a investigar, vino corriendo a advertirme sobre el hallazgo de un posible polluelo de cotorra argentina enferma que se encontraba debajo de un árbol en el jardín de la estatua de la mujer del paraguas, me acerqué y efectivamente era un polluelo, pero de cotorra Kramer. Estaba mojada y llena de barro, temblorosa y asustada. He de añadir que me sorprendió mucho ver cotorras Kramers salvajes, son preciosas. 
Un niño, con buen corazón, porque hay muchos por suerte para todos, se ofreció a llamar a una guarda para avisarla de lo sucedido mientras yo y mi hijo la vigilábamos. Vino la guarda y nos dijo que ahora mismo avisaba. Transcurría el tiempo y ahí nadie aparecía, se acercaban niños queriéndola molestar, otros en cambio se interesaban por su estado y se les notaba la preocupación, finalmente fue mi hijo a volver a advertir a la guarda que dijo que ya había avisado antes y que ahora vendrían. Nadie aparecía. Ya cansada de apartar a niños que la querían tocar, que se reían de ella y otros que se preocupaban mucho mientras sus padres les tiraban del brazo para que pasaran de largo, decidí llamar yo al número de atención del zoo, llamé, y una chica muy amable me dijo que ella misma daría el aviso y asi fue, al minuto venía un supuesto experto en aves que la cogió y se disponia a subirse a su bici y desaparecer cuando le detuve. Le dije si me podía informar del protocolo a seguir, en tono altivo y en algunos momentos ofensivo e insultando a mi inteligencia, se atrevió a decir que la curarían y que mañana la dejarían libre, me enfadé, algo por dentro empezó a despertar y mi ira me nubló la mente, le atosigué una y otra vez para que me explicara que iba a ser de ella.
El compañero del supuesto genio y experto en aves no paraba de hacerme insinuaciones, quería provocarme para despues a la hora de comer y entre risitas contarle a los amigotes como se había sulfurado esa mujer por una simple cotorra. Finalmente y bajo presión me dijo que el protocolo era el siguiente, él se llevaba a la cotorra, un veterinario del zoo le daría un baño y le daría una toma de papilla, seguidamente vendrían los rurales a recogerla y la llevarían a una protectora. Pregunté el nombre de la protectora y me indicó que no estaba autorizado a decirmelo, así que le pedí que porfavor llamase a alguien con esa información para que me la diera. Vino una chica que al principio me dio mala impresión y a la que hablé a la defensiva, en seguida me di cuenta que era una mandada y además una chica amable, vino también el responsable y superior de todos ellos, un hombre trajeado que me hizo un discurso del zoo que empezaba así... 'El protocolo de actuación del zoo se remonta 15 años atrás cuando...' dejé de escuchar hasta el punto de 'entregaremos la cotorra a los rurales y ellos a la protectora', la chica agradable me pidió mi número de teléfono y me dijo que llamaría para darme los datos de la empresa. Me convenció y cometí el mayor error de mi vida, la dejé ir. 
Pasadas unas horas me llamó, me dijo que los rurales la habían entregado a una empresa contratada por el ayuntamiento, pero que no podían facilitarme el número porque no lo tenían. 
Nos fuimos a casa y al llegar busqué en internet información de esa empresa, mi sorpresa fue cuando vi que no existía nada, tan solo una dirección. Llamé, ingenua de mi y a sabiendas del robo que sabía que sufriría, al 11822 y tampoco tenían información.
Escribí a la única protectora de aves exóticas de Barcelona, APAEC de la cual estoy super orgullosa del trabajo que hacen, me contesta la directora Tere Rodríguez, me indica que pregunte a la OPAB porque ellos ahí no la tienen. Escribo un email a la OPAB.

MARTES 2 JUNIO 2015

 Nadie me contesta y vuelvo a escribir otro email a la OPAB y esta vez me contestan, me envían un número de teléfono móvil, llamo y nadie me contesta. Es tarde, probaré mañana. 

MIERCOLES 3 JUNIO 2015

Desde primera hora de la mañana llamo unas 4 veces y nadie me lo coge, envio dos sms y finalmente me lo coje una voz masculina que parece ser de un hombre de unos 30 años de edad. Le hablo de una cotorra recogida del zoo y en seguida sabe de lo que le hablo, le pregunto que donde está y aquí viene una retahíla de argumentos absurdos adecuado para edades comprendidas entre los 3 años hasta los 5, me explica la historia de una cotorra que la llevan a un sitio muy bonito y la cuidan y cuando se hace mayor la sueltan para que viva libre. La vena de mi sien empieza a palpitar, todo el mundo sabe que un polluelo criado en cautividad no puede ser dejado en libertad, a no ser que quieras proporcionarle una muerte segura y horrible llena de agonía. 
Le pido que me diga que sitio es ese, que me de algun dato, con el nombre me conformo a lo que me responde literalmente 'no tengo tiempo para perderlo contigo' y me cuelga. No me lo vuelve a coger. 
Escribo nuevamente a Tere Rodriguez de APAEC a ver si ella sabe algo de ese sitio, me dice que esta empresa no quiere saber nada de ellos, no me estraña, esa empresa tiene la pinta de ser de todo menos solidaria. Tere me aconseja que ponga una reclamación en la OPAB y espera que no la hayan sacrificado. Hachazo! Mazazo! Golpe de Karate en mi corazón! 
No!!! Eso no!!! Por mi culpa? Bebe..pollito..que habrá sido de ti? Algunos piensan que tengo actitudes de niña de 8 años pero me da igual, antes me importaba, quizás sea la edad, no porque sea vieja, si no porque con 20 no has visto lo que has visto con 30 y con 31 he visto demasiado cabron suelto! (Perdon por la expresión) Se de lo que es capaz la gente por dinero, poder, la ambición..todo vale cuando se trata de ganar y conseguir, lo que la gente no se da cuenta o no se la quiere dar, es de que siempre que se gana algo se pierde otro tanto, ya puede ser de respeto, bondad, caridad, orgullo, dignidad...por ese orden además.
He escrito a la OPAB solicitando realizar una reclamación y explicando lo sucedido con esta empresa, creo que no he sido contundente ni amenazante por lo que estoy segura que no recibiré respuesta.

REFLEXIÓN
Si mi actitud de niña repelente sirve para ser consciente de que un animal es una vida, de que nosotros como raza civilizada, o eso se supone, debemos respetar a los animales, ser bondadosos con ellos, sentirnos orgullosos de los buenos actos que se llevan a cabo con ellos y proporcionarles una vida digna, pues me proclamo oficialmente mujer de 31 años y mente de niña repelente de 8 años! 
Y muy orgullosa de serlo! No tendré muchas ganancias, he de reconocerlo, trabajo para vivir, para proporcionarles necesidades básicas a mi familia animal, no tengo caprichos materiales, no me puedo permitir muchas cosas, pero recibo grandes cantidades de amor y cariño! Me permito risas diarias de las que duele la tripa! Me complace verles felices y a gusto y esa es mi mayor satisfacción. Y casi nadie o nadie me entiende, muchos de ellos no me toleran y otros tantos me odian. Es algo que no me quita el sueño, en cambio el destino de esa pequeña cotorra si. Y prometo que nunca jamás volveré a cometer el error que cometí con ella.

ÚLTIMAS NOTICIAS

La reclamación en la OPAB a surtido efecto inmediato! Me ha llamado el director general de esa empresa, despues de explicarme detalladamente la gran labor que realizan por la protección de los animales y los muchos colaboradores que tienen, me indican que no quieren problemas y que sobretodo no quieren saber nada de APAEC, que me la entregan hoy mismo y que yo me haga cargo. 

En dos horas esta aquí.

Me acaba de llamar, en 5 minutos esta aquí, estoy esperando abajo de mi portal y los nervios no me dejan estar quieta. Un torbellino en la barriga, sudor en las manos, impaciencia, temor a lo que me voy a encontrar.
Creo que ya viene, se acerca un chico con una caja minúscula hacia aquí...

JUEVES 4 JUNIO 2015

00.25   Jade, así le ha bautizado mi hijo. Es un bebé de cotorra argentina, no es la que yo me encontré que era Kramer. 
Esta llenito de piojos o de bichines pequeños, esta decaído y no pide comida. Le he dado la toma de la papilla a las 20.15 y ahora la otra a las 00.15 y ahora a dormir en su fauna box, es éste



Segun me contó el chico cuando me dio la caja, la otra cotorra murió el mismo lunes. No se que creer. Tambien me dijo que lo había visto un veterinario y me lo traen lleno de piojos. Me dicen que lo tenían en una granja de aves y me lo traen dentro de una cajita de royos de papel de oficina. Me dice que le ha dado de comer leche de bebé con alpiste y trozos de gusano o no se que bicho me ha dicho, cuando todo el mundo sabe que los pájaros no toleran la leche.
Me dicen que ese hombre tiene dos carreras una de biología y otra de no se qué y un master... y mete a un polluelo en una caja, lleno de piojos y le da leche.
Es todo tan subrealista. Esta gente se supone que ha de salvaguardar la vida de los animales que recogen de las calles, gente que pagamos con nuestros impuestos! Pero para que? Para mal cuidarlas y hacerlas daño?
🇯🇦🇩 🇪 Éste es el nuevo miembro de la familia. Recogido en el Zoo de Barcelona y despues de una historia muuuy larga, está conmigo.




Siento mucho la pérdida de la cotorrita Kramer. Pienso en ella... Ahora descansa en paz en el cielo de los pájaros. Si hubiese actuado de forma distinta, hubiese podido salvarla? No puedo martirizarme pero ese vacío está ahí.
Las cosas pasan por alguna razón, quizás mi búsqueda me lleva a Jade para darle una oportunidad. En las condiciones en las que estaba no hubiese sobrevivido. 
La visita veterinaria genial. 
Las pruebas dan resultados positivos, me recetan un antibiótico y sus tomas de papilla. 
Que hubiese sido de ella? Hubiese muerto quizás? Por hambre, o intolerancia a la leche y llena de piojos? 
Estan tan indefensos! Yo sola no puedo comenzar una lucha porque no tengo los conocimientos ni los medios. Solo puedo llevar a cabo mis pequeñas batallas contra la indiferencia, intentando salvar vidas. 

A partir de ahora seguiré soñando con ese día, el día en que a la gente le preocupen las vidas animales. Sin tratar con desidia sus carencias y sus necesidades. 
Mientras tanto, mañana mismo escribiré a la OPAB sobre esa empresa.

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